Hamigobias en… Zaragoza

Para la excursión del mes de noviembre no nos apetecía nada especial. Hacia finales de año coincide que estamos bastante ocupadas todas y no disponemos de tiempo para planificar alguna actividad más especial, pero no por eso queríamos renunciar a juntarnos y pasar un rato juntas así que decidimos hacer una de las actividades que más nos gusta: quedar a comer + merienda.

Aprovechando que el día 2 de noviembre era fiesta en Zaragoza (el día de Todos los Santos se pasaba al lunes al caer en domingo) nos reunimos para ir a comer a un nuevo restaurante que han abierto en el centro de Zaragoza (cerca del Hotel  Palafox). El restaurante en cuestión es uno de la cadena Udon, aunque no era el primero en Zaragoza ya que en Puerto Venecia hacia tiempo que habían abierto uno, este lo habían abierto recientemente.

Cuándo: 2 de noviembre 2015

Dónde: Zaragoza, restaurante Udon.

Quienes: A-san, V-san, M-san y T-san.

Udon es una cadena de restaurantes de comida japonesa especializados en los fideos. Nosotras ya habíamos ido en una ocasión hacía un par de años al que está ubicado en Puerto Venecia, aquella vez elegimos el menú del día y salimos con la sensación de no haber elegido bien nuestros platos.

Esta vez, como no podía ser de otra manera, el día amaneció nublado y lloviendo (a mares justo a la hora que habíamos quedado) y elegimos ramen de varios tipos, para ir probándolo todo, que acompañaba al frío día.

El restaurante está decorado con mucho gusto y al estar como en una plaza/zona residencial las vistas son agradables. Nosotras pillamos la decoración de Halloween todavía y estaba muy bonito y tenemos que reconocer que nos atendieron muy bien y sin prisas.

Después de comer nos apetecía un cafecito caliente y algo de postre (los dulces japoneses no son muy del agrado de ninguna) así que nos fuimos al Café Botánico, cerca de la Plaza del Pilar, un café al que solemos ir muy a menudo también, siempre que tenemos sitio para entrar claro. Esta vez tuvimos suerte y pudimos coger una mesita para las cuatro donde pedimos trozos de bizcocho y café para todas.

Podemos confirmar que ambos sitios tienen el sello de calidad Hamigobia 😉

Al mes que viene más.

Club de lectura…The raven boys, la profecia del cuervo

Título: The raven boys, la profecía del cuervo
Autor: Maggie Stiefvater
Año: 2013
Colección: The raven boys (tetralogía)
Editorial: SM
Sinopsis:

Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar.   Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo.   Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal.

Opinión:

Cuando empecé este libro me apetecía algo ligero pero que mereciera la pena y ha cumplido mis expectativas. Pese a ser literatura juvenil y fantástica es un libro maduro y bien escrito. Los personajes están bien desarrollados y hay un par de giros con algunos de ellos verdaderamente sorprendentes.

Blue es una protagonista muy buena, no pretende ser perfecta así como no es la típica adolescente (ni en el caso de la típica niña que quiere enamorarse y es atolondrada, ni en el caso de ser una inadaptada). Me deja un poco sorprendida los cuatro chicos protagonistas ya que me parece sorprendente su situación, de acuerdo que son ricos y seguro que les da muchas facilidades pero hay actuaciones que creo no son coherentes con la edad que se supone que tienen estos chicos.

Por otro lado, la forma de escribir de la autora me gusta mucho aunque a veces no llega a quedar del todo claro qué o quién ha dicho algo o el qué ha pasado exactamente.

Tampoco me gusta mucho la forma de tratar el tiempo en esta novela, cuesta un poco identificar la línea temporal…

Pese a estos pequeños «fallos» me ha gustado mucho la novela y sin duda seguiré con la segunda parte (es una tetralogia).

Hamigobias en… Arguis

Para la excursión de octubre teníamos reservado algo especial, queríamos haberlo hecho antes para poder disfrutarlo mucho más con mejor tiempo pero al final tuvo que esperar a octubre. L-san nos propuso ir a su casa de Arguis (Huesca) un pueblecito precioso y tranquilo y nosotras nos lanzamos de cabeza. Aunque tuvimos algunas bajas, como siempre es muy difícil que podamos coincidir todas, V-san tenía un examen, pudimos ir cuatro de nosotras y disfrutar del fin de semana.

Cuándo: 3,4 de octubre 2015

Quienes: A-san, M-san, L-san y T-san. 

Cómo: coche T-san.

Arguis es un pueblo que está a un cuarto de hora aproximadamente de Huesca, en la sierra de Guara, por lo que para llegar desde Zaragoza está genial. Sin prisas salimos sobre las diez y media de Zaragoza y a las doce nos plantamos allí. Tardamos un poquito más porque dejamos a la prima de L-san en Huesca aprovechando que pasábamos por allí.

Nada más llegar nos recibieron los padres de L-san que iban a pasar el fin de semana con nosotras, tras enseñarnos la casa y ver el paisaje tan bonito, hicimos un aperitivo (ya que no pudimos hacer nuestro segundo desayuno) para coger fuerzas y estuvimos jugando con el perro de L-san y disfrutando del buen tiempo que hacía, el Sol iba y venía pero se podía estar sin problemas en el jardín.

Después comenzamos a preparar la barbacoa que íbamos a hacer para comer: carne, ensaladas, pan, chorizo, panceta… ¡nos pusimos las botas! Es una de las cosas que más nos gusta, reunirnos en torno a una mesa ya sea para disfrutar de una buena comida, merienda, desayuno…

Tras recoger todo fuimos a dar un paseo para bajar la comida, ahora los días son más cortos así que aprovechamos al máximo las horas de luz. Bajamos hasta el pantano que estaba con bastante poca agua y luego tomamos algo una vez más al sol (parecíamos lagartijas).

Luego volvimos y estuvimos entretenidas jugando a las cartas hasta la hora de la cena. Tras cenar enchufamos el hogar y pudimos hacer marshmallows al fuego (nos hacía ilusión hacerlo como en las películas americanas y al final nos animamos a comprarlos en Tiger de tamaño XXL) muy ricos por cierto, nos sorprendieron a todas y vimos unos cuantos conciertos de DBSK que llevó A-san.

Al día siguiente, pensábamos volver pronto por la tarde (sobre las cinco), así que aprovechamos la mañana para dar una vuelta por el pueblo. Nos gustó mucho, pese a ser un pueblo pequeño está muy, muy arreglado. Las casas están casi todas revestidas de piedra/hechas en piedra y son preciosas, estilo Pirineo, con balcones con las pocas flores que ya sobreviven en otoño y unos jardines muy cuidados y verdes.

El domingo amaneció lloviendo y así se quedó todo el día, con una lluvia fina pero constante por lo que fue un día de estar en casa con el hogar. Aprovechamos para comer carne a la brasa una vez más, algo difícil de hacer en el día a día.

Después de comer nos subimos a la buhardilla, como adolescentes que se reúnen en casa de alguna amiga en un club secreto, a charlar y jugar a las cartas.

Un fin de semana tranquilo, para recargar pilas y coger con fuerza la semana y despedirnos de las excursiones de varios días hasta el año que viene ya que ahora ya nos va a resultar bastante difícil cuadrar horarios para seguir con el ritmo de viajes así que hemos decidido que serán excursiones de día a partir de ahora e intentaremos ir adaptándolas al tiempo que empezará a hacer más frío.

Hamigobias en… Alfamén

Aprovechando el buen tiempo que se da en otoño decidimos aprovechar y hacer a primeros de septiembre una barbacoa para despedir el verano definitivamente y ya de paso celebrar nuestra excursión agosto-septiembre.

Decidimos que la barbacoa sería en Alfamén, pueblo de una de las Hamigobias y al que otra de ellas estuvo ligada mucho tiempo.

Cuándo: finales de agosto principios de septiembre.

Quienes: A-san, M-san, L-san, V-san y T-san. Además contamos con la colaboración de G-san como hamigobio invitado.

Cómo: coches de V-san y M-san.

Esta vez M-san se estrenaba como conductora oficial de las Hamigobias, tenemos que admitir que lo hizo muy bien pese a ser uno de sus primeros viajes largos y que tiene un coche la mar de cuqui.

Llegamos no muy pronto por la mañana y tras tomar un aperitivo nos dimos una vuelta por el pueblo donde vimos la iglesia, el ayuntamiento, las instalaciones deportivas y la casa de cultura.

Después hicimos la barbacoa, muy organizados, preparamos entre todos todo y pudimos comer alegremente en el jardín.

Tras reposar un poco la comida fuimos a una terraza interior muy chula decorada con elementos antiguos y muchas plantas a tomar un café y ya volvimos a Zaragoza tras dar por terminado el día.

Hamigobias en…Veruela y Trasmoz

こんにちは みんなさん!

Tras haber visitado Alquezar y hacer la ruta de las pasarelas, nos picó la curiosidad de seguir haciendo rutas, adecuadas a nuestro nivel físico por lo que buscamos para la siguiente escapada un sitio cercano con una ruta bonita y algo que ver. Hacía no muchos días había estado con mi familia en el Monasterio de Veruela y buscando rutas alrededor, encontramos una ruta circular por Veruela y Trasmoz, así que allí nos dirigimos a finales de abril.

Cuándo: finales de abril, primeros de mayo.

Quienes: A-san, M-san, L-san, V-san y T-san. Además contamos con la colaboración de G-san como hamigobio invitado.

Cómo: coches de V-san y T-san.

Veruela está yendo hacia el Moncayo, cerca de Tarazona (también un sitio que merece la pena visitar) un poco más de una hora y media de viaje desde Zaragoza. El día no amaneció muy despejado, si no que estaba como suele pasar en abril encapotado y de vez en cuando con un poco de lluvia fina. Aun así no nos amilanamos y marchamos de ruta.

Al llegar allí, debido a nuestra inexperiencia nos quedamos un poco parados sin saber bien por donde tirar. El plan inicial era hacer un segundo desayuno y ya comenzar.

La ruta era circular de unos cinco-seis kilómetros, comenzaba en Veruela, llegaba a Trasmoz y luego volvía a Veruela.

Había unas marcas rojas y otras amarillas correspondientes a dos rutas, aunque en principio sólo vimos unas marcas rojas que comenzamos a seguir. Tras ver que esa ruta estaba toda encharcada debido a lo que había estado lloviendo y a la cercanía del río, dimos media vuelta pensando que no podríamos hacerla. Al volver hacia los coches, vimos las marcas amarillas que marcaban la otra ruta y nos decidimos a seguirlas pese a que había empezado a llover. Y menos mal, porque la ruta que habíamos elegido para ese día era la amarilla.

La ruta realmente es un paseo, un camino perfectamente adecuado que sólo hay que seguir para llegar a Trasmoz. Es un paisaje bonito donde a mitad de camino tenemos los restos de un poblado.

Al llegar a Trasmoz atravesamos el pueblo para subir a ver el castillo, donde tienen un museo ambientado en las brujas de Trasmoz. Tras ver el Castillo bajamos para volver a Veruela.

Nosotras llevamos comida de bocadillo y pudimos comer en unas mesas que hay en el paseo que va hasta el Monasterio. No hay mucho por los alrededores así que es mejor llevarse comida si no tienes muy claro algún sitio donde comer. Nosotras sólo vimos un bar/restaurante enfrente del Monasterio donde tomamos café.

Después de comer entramos al Monasterio para hacer la visita. Esperamos a la visita guiada y nos fueron explicando la historia y las diferentes estancias. El Monasterio tiene horario de verano e invierno para las visitas, así que estad pendientes ya que en invierno a las seis aproximadamente cierra. Nosotras tuvimos suerte y ya habían ampliado al horario de verano y pudimos aprovechar un poco más para verlo ya que las tardes ya alargaban.

Cerca también está Borja, por lo que aprovechamos para ver el Ecce Homo y merendar un poco antes de volver a Zaragoza.